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Capítulo I: Orígenes
Cuenta la leyenda que los Titanes crearon a los Vrykul y de estos surgieron los humanos. Cuando los Vrykul decidieron dejar de adorar a los Titanes, su rey Ymiron ordeno asesinar a estos, considerándoles débiles. La gran mayoría de estos escapo al sur de Rasganorte, donde el Titán Tyr ejerció como padre de los mismos, sin embargo otros permanecieron ocultos en el Fiordo Aquilonial como nómadas. Los Titanes se enojaron con los Vrykul y estos desaparecieron de la faz de Rasganorte en tumbas de hielo y piedra. Los hombres que habían permanecido ocultos en Rasganorte como pueblos nómadas, poco a poco, empezaron a ocupar el Fiordo Aquilonial y las estructuras y poblaciones que habían dejado desiertas los Vrykul, con lo cual, dejaron de ser nómadas para asentarse. Crearon pequeños huertos y se dedicaron a la caza y pesca, conscientes de sus orígenes se autodenominaron como; "los hombres del norte". Capítulo II: Los Clanes Según los hombres del norte se asentaban en distintas localizaciones del Fiordo Aquilonial y se reproducían, las familias más poderosas asumieron las labores de gobernación en cada asentamiento. Fue así como nacieron los Clanes, la familia con mas poder se encargaba de gobernar el asentamiento y administrar la justicia bajo las leyes del norte, cada Clan tenía sus propias leyes. El resto de los hombres del norte que vivían en dicho asentamiento juraban su lealtad al Clan gobernante y la máxima autoridad de este recibía el título de Jarl. Bajo esa estructura el asentamiento funcionaba; los mas fuertes del asentamiento se dedicaban a la caza y defensa del mismo y el resto a las labores de recolección y pesca. Con el transcurso del tiempo algunos Clanes tuvieron encuentros con otros, en el mejor de los casos todo se resolvía pacíficamente e incluso con acuerdos de intercambios comerciales, sin embargo era mas común debido al carácter de los hombres del norte, que se produjeran enfrentamientos entre los Clanes que bien acababan con el sometimiento de un Clan a otro o con la desaparición de ambos, todo fue bastante caótico hasta el encuentro con los Titanes. Capítulo III: El Viaje de Soron Soron Hardrada, era un joven inquieto perteneciente a uno de los Clanes gobernantes de uno asentamiento al noreste del Fiordo Aquilonial, el asentamiento del Clan Hardrada. Soron junto a otros dos compañeros, decidió emprender una travesía hacía el norte llevado por su espíritu aventurero. Combatieron a grandes bestias y afrontaron innumerables peligros, los dos compañeros de Soron murieron durante el camino pero este prosiguió solo hasta llegar a un lugar conocido como las Cumbres Tormentosas donde encontó a los Titanes de Ulduar; Thorim, Freya, Hodir, Tyr, Mimiron y Loken. Los Titanes enseñaron algunos de sus conocimientos a Soron sobre magia, naturaleza, escritura, ciencia e ingeniería. Soron emprendió el camino de vuelta al Fiordo años después. Al llegar al asentamiento del Clan Hardrada, Soron difundió gran parte de los conocimientos adquiridos a sus semejantes, la mayoría los recibieron con asombro y otros con desconfianza, pero con el tiempo asimilaron dichos conocimientos los cuales se fueron a su vez difundiendo por todos los clanes de los hombres del norte. Capítulo IV: La Guerra con los Trols de Hielo Gracias a los conocimientos difundidos por Soron, él cual llegaría a ser Jarl del Clan Hardrada y una gran figura querida y respetada por todos los hombres del norte, los asentamientos progresaron y evolucionaron. Se estudio la magia rúnica y la brujería, las artes del combate, la ingeniería y arquitectura, la escritura rúnica y la cultura en general. Los hombres del norte habían nacido como una civilización y su antaño escaso número comenzó a multiplicarse. Según aumentaba el numero de hombres del norte, aumentaron las expediciones al norte con motivo de llegar a las Cumbres Tormentosas, al encuentro con los Titanes que había descrito Soron Hardrada. Esto provocó, que los hombres del norte chocaran con otra raza que vivía al norte del Fiordo llamados los Trols de Hielo. Los Trols creyeron que estos hombres que se multiplicaban muy rápido pronto serían una amenaza para su supervivencia y uno de sus caudillos decidió invadir el Fiordo Aquilonial. Así comenzó una guerra muy larga entre los Trols de Hielo y los hombres del norte que acabaría con mas de la mitad de ambas razas masacradas, hasta que finalmente los Trols decidieron poner fin a la guerra y regresar a sus dominios. Los hombres del norte, habían sobrevivido a un alto precio. Capítulo V: La Hegemonía de los Tres Clanes De las cenizas de la Guerra con los Trols de Hielo, tres grandes Clanes emergieron como los mas poderosos entre los hombres del norte. El Clan Valdrada, al sur del Fiordo guardianes de Utgarde y sus reliquias; el Clan Ravencroft, al noroeste del Fiordo grandes ingenieros y guerreros; y el Clan Hardrada, al noreste, cuna de la civilización y la cultura de los hombres del norte. Capítulo VI: El Culto de los Titanes Para evitar encuentros desafortunados con los trols de hielo, los hombres del norte emprendieron el camino de peregrinaje a las Cumbres Tormentosas por las tierras del cementerio de dragones. Así fue, como estos encontraron a los Titanes y nació el culto a los mismos Los hombres del norte, peregrinaban a las Cumbres Tormentosas, para demandar los favores de los Titanes, lo cual no siempre conseguían. Los Titanes elegían entre los hombres del norte más devotos a sus avatares. Uno de los mayores honores para un cultista es llegar a ser un avatar de alguno de los Titanes. Los avatares, conseguían dominar y controlar algunos de los poderes del Titán al que representaban. Con mucha rapidez, el Culto a los Titanes se estableció entre todos los Clanes de los hombres del norte como dogma religioso. Capítulo VII: La Conquista del Mar En el asentamiento del Clan Ravencroft, se desarrollaron los primeros Drakkars, barcos construidos con madera capaces de surcar las aguas. Estos primeros Drakkars eran utilizados para la pesca en alta mar lo cual dio un inmenso poder al Clan Ravencroft y provoco que el resto de clanes también construyeran sus propios Drakkars. Con el paso del tiempo, el diseño de los Drakkars fue mejorando y según su número crecía mayores eran también las distancias que recorrían. Capítulo VIII: Los Enanos del Norte y las Minas de Cobalto El Jarl Harald Valdrada en una expedición a Utgarde, descubrió en sus cercanías un pasaje hacía las profundidades de la tierra, donde contacto con una extraña raza de similar aspecto pero de un reducido tamaño que compartían con estos el lenguaje rúnico de los Titanes. Estos se hacían llamar Enanos, y habían vivido durante muchos años bajo la tierra dedicados a la extracción de metales en especial del mas abundante del Fiordo Aquilonial, el cobalto. Harald, entablo relaciones amistosas y comerciales con Olaf Vikingson el Rey Enano del Norte de las minas de Cobalto. Los metales y la forja empezaron a ser distribuidos entre los Clanes de los hombres del norte. Se crearon las primeras grandes armaduras y armas, haciéndose muy popular el hacha de cobalto, que sustituía a las sierras y servía tanto para cortar madera como para la guerra. Olaf Vikingson forjo personalmente la espada "Turfing" para Harald Valdrada, considerada el arma mas poderosa entre los hombres del norte, y que es heredada entre los Jarl del Clan Valdrada. Capítulo IX: Los Ulfhednar Algunos de los cultistas de Freya, consiguieron el don de las bestias, con lo cual conseguían cambiar su forma humana por la de un animal, los cuales eran conocidos como "Cambiaformas". Pero algunos de los Cambiaformas fueron mas allá y mezclaron su don con magia rúnica y brujería convirtiéndose en hombres lobos o ulfhednar en el lenguaje de los hombres del norte. Los Ulfhednar multiplicaban sus dotes físicas en su forma licantropa, aunque esta forma de metaformismo no era muy del agrado de Freya, ya que habían intervenido otros poderes que no eran los que ella misma había otorgado. Capítulo X: El Cuervo El Jarl Jurgen Ravencroft, era un experto marinero e ingeniero naval que movido por su espíritu aventurero construyo el mayor y mejor Drakkar hasta ahora construido para explorar el gran océano. Bautizo al Drakkar como "El Cuervo" en homenaje a su Clan y eligió a un grupo de 20 marineros para emprender su misión de exploración. El Clan Ravencroft, había desarrollado años atrás un gran trabajo con la cartografía naval. Se sabía que al sur había tierra pero esta estaba habitada por los humanos del sur y una raza conocida como elfos, con los cuales no había habido mucho contacto. Jurgen pensaba que al este encontraría también tierra, seguramente inexplorada, donde crear nuevos asentamientos. Así pues "El Cuervo" zarpó y navego durante meses, perdida ya toda esperanza el vigía diviso tierra y atracaron en las costas de esa nueva isla. Era un territorio cálido y baldío, donde encontraron a una nueva raza que denominaron como hombres caballo. El primer encuentro con estos fue fructuoso y ambas culturas convivieron durante algún tiempo. Jurgen aprendió el idioma de los hombres caballo, y así es como descubrió el nombre de aquellas tierras; "Kalimdor". Fueron muchas las aventuras de "El Cuervo" y sus tripulantes, muchos los lugares descubiertos y muchas las razas que se conocieron. El aporte de Jurgen Ravencroft, al conocimiento sobre geografía y navegación, es venerado por todos los hombres del norte. Capítulo XI: Invasiones Estimulados por el domino en los mares y la proliferación del cobalto y los metales, los Clanes se echaron a la mar de forma masiva en sus Drakkars, ejerciendo la piratería asaltando embarcaciones élficas y de los hombres del sur, consiguiendo grandes riquezas. Pero la cosa no quedo solo en el mar, los hombres del norte invadieron poblaciones costeras de un reino conocido como Lordaeron, donde los hombres del sur también habían creado una cultura propia. Las invasiones se realizaban con pocos hombres pero muy fieros, y donde siempre al frente se ponían un grupo de Berserkers, que atemorizaban a los soldados y aldeanos de dichas poblaciones con su sola presencia y sus gritos intimidatorios. Entraban en las poblaciones, las saqueaban y rápidamente escapaban en sus Drakkars, evitando así ser apresados o combatidos por fuerzas muy superiores en número a estos. El sistema funcionaba, y nunca se pudo atrapar a un hombre del norte ni impedir las invasiones de estos. Capítulo XII: La Guerra de los Clanes El Clan Ravencroft había destacado por encima de los demás, debido a su dominió de los mares y la piratería. Con la inmensa fortuna que fueron consiguiendo, el Jarl del Clan Ravencroft, Alban decidió reunir a todos los Jarl de los demás clanes en su plaza, la Fortaleza del Cuervo. Con todos los Jarl reunidos en la Fortaleza del Cuervo, Alban Ravencroft declaró que quería unir a todos los Clanes de los Hombres del Norte, para reclamar todo Rasganorte e invadir las tierras al sur, conocidas como Lordaeron pues inmensas riquezas aguardaban, en lugar de seguir haciendo pequeños asaltos de poblaciones. Todos los Jarl aplaudieron la ambición de Alban y le proclamaron como Rey del Norte, hincando la rodilla ante él, todos menos la Jarl Hildegard Valdrada y el Jarl Erik Hardrada. Hildegard Valdrada, proclamo que mantenía una relación oculta desde hacía años con Alban Ravencroft, el cual ya estaba casado y que fruto de ese amor había tenido un hijo con este, así reclamaba que repudiara a su esposa y le apoyaría si la proclamaba Reina junto a él y se casaba con esta. Alban Ravencroft, monto en cólera observando a su esposa y esta le obligo a matar a su bastardo. Alban mato al niño y en venganza Hildegard le rebano la cabeza a la esposa de Alban, Henriette. Alban, agarro con sus manos a Hildegard para asfixiarla y justo antes de matarla, fue golpeado por Erik Hardrada que la salvo y consiguieron escapar, iniciando la Guerra de los Clanes. Tras una terrible contienda, la Guerra finalizo con la victoria de los Hardrada y los Valdrada, tras las batallas del Cruce, el Valle, Los Puertos y el Sitio de la Fortaleza del Cuervo, impidiendo que Alban fuera coronado como Rey. Capítulo XIII: La Plaga sobre Rasganorte Muy poco tiempo después de la Guerra de los Clanes, los muertos se alzaron sobre la tierra, fue todo muy rápido. Un ejército conocido como la Plaga, compuesto de no-muertos y caballeros de la muerte arraso todo el Fiordo Aquilonial del mismo modo que había arrasado Lordaeron y Quel'thalas. Los Clanes lucharon valientemente, pero eran escasos en número en comparación con las bastas tropas de la Plaga y fueron incontenibles, grandes guerreros murieron durante aquella invasión y no solo eso, sino que según morían los más bravos eran levantados una vez más como caballeros de la muerte y puestos al servicio de la Plaga, como es el caso de Erik Hardrada, Jarl de su Clan. Los pocos que pudieron sobrevivir, lo consiguieron echándose al mar en sus Drakkars, donde deambularon sin destino durante años, tratando de rescatar al mayor número posible de Hombres del Norte. Capítulo XIV: Exodo Los supervivientes vagaron por los mares del norte, haciendo pequeñas incursiones sobre Rasganorte rescatando a todo hombre del norte o enano que pudieron encontrar, incluso llegaron a Lordaeron y descubrieron que allí la Plaga también lo había arrasado todo. Poco a poco, el Jarl Alban Ravencroft a bordo de su gran Drakkar, "El Cuervo Negro" fue uniendo al resto de Drakkars y aunando a lo que quedaba de su raza. A su lado su antigua enemigaHildegard Valdrada, había olvidado los rencores de la guerra e incluso los hijos del enemigo acérrimo de Alba, Erik Hardrada, habían sido rescatados por este. Consiguieron sobrevivir llevando una vida nómada gracias a sus potentes Drakkars hasta que años después volverían a asentarse nuevamente en Rasganorte. Capítulo XV: El Pacto de Sangre Una gran flota de hombres de todos los rincones del mundo llegó a Rasganorte, junto a ellos aparecieron los Hombres del Norte que habían estado trabajando como guías y aliados para preparar una invasión del continente y derrotar a un enemigo conocido como el Rey Exánime que dirigía a las huestes de la Plaga. Los tratos entre los hombres del norte y el resto de los humanos no eran del todo muy cordiales pero consiguieron sobreponerse a las incomodidades ocasionadas, sobre todo cuando descubrieron que el Rey Exánime había liberado de su castigo a los Vrykul y tuvieron que combatir contra estos por todo el Fiordo Aquilonial. De las cenizas de los antiguos asentamientos de los hombres del norte, se erigieron nuevas poblaciones y fortificaciones en toda la región, una de las principales era conocida como Valgarde, anteriormente conocida como El Valle, una tierra fértil y bien protegida a lomos de los fiordos y próxima a la Fortaleza de Utgarde, donde se decía que el Rey Ymiron, monarca de los Vrykul, también había regresado y planeaba retomar el Fiordo Aquilonial. Los humanos del sur formaban una coalición con otras extrañas razas conocida como "La Alianza", a esta Alianza se unieron los hombres del norte que combatieron a los Vrykul y ayudaron a fundar asentamientos por todo Rasganorte. Años después, cuando el Rey Exánime fue derrotado, apareció Erik Hardrada, el cual había sido alzado como Caballero de la Muerte pero ahora estaba liberado de su yugo. Erik, se unió en Valgarde con todos los hombres del norte supervivientes y siguiendo los antiguos ritos firmaron el Pacto de la Sangre, a través el cual, los Clanes se unirían con el propósito de recuperar sus tierras y sobrevivir, para que su herencia perdure. El Pacto de Sangre se asentó en Valgarde y un nuevo amanecer nació para los hombres del norte, que desde entonces cuentan como expertos mercenarios y marineros e intrépidos aventureros. Capítulo XVI: Renacer Era el turno de recuperar las viejas costumbres y velar por la supervivencia del legado del norte. La Alianza fue abandonando Rasganorte paulatinamente a excepción de algunos pocos asentamientos, pues otras amenazas habían surgido por todo Azeroth. Los pocos Vrykul que habían sobrevivido a la guerra desligados ya del gobierno de Ymiron y el Rey Exánime, pactaron una tregua con los Hombres del Norte, así pues los norteños decidieron como principales objetivos, reconstruir o fundar nuevos asentamientos en el Fiordo. A medida que los rumores sobre el Pacto de Sangre, se difundían por todo Azeroth, mas norteños exiliados llegaban a Valgarde, que servia como refugio de estos y se unían a la causa. A los tres clanes principales, se unió el Clan Nibeljorn, liderado por Sigurd Nibeljorn, que mantenía sus reticencias con el pacto pero por el interés común lo aceptaba igualmente. Muchos enanos y Ulfhednar también se unieron al Pacto. Capítulo XVII: Saqueos Había que poner en marcha los trabajos de construcción de asentamientos y organización, lo cual requería grandes cantidades de oro y demás metales preciosos. El Clan Valdrada, fue elegido para administrar las cuentas del norte. Tras muchos debates para proponer lugares que saquear, se decidió viajar al sur en los Reinos del Este, a un poblado de trols que se hacían llamar el Trol Kalar, muy cerca de Jintha'alor donde se rumoreaba había mucho oro y recursos, un lugar idóneo para comenzar. Con los pocos drakkar que les quedaban al clan Ravencroft, se partió con los mas fieros y experimentados norteños al asalto de aquel poblado costero, tras varias refriegas los norteños masacraron a los trols y saquearon dicho poblado volviendo con grandes recompensas. A medida que las arcas de oro, metales y demás recursos crecían; mas drakkars, mejores armas, armaduras se adquirían. Capítulo XVIII: El Tesoro de Quetz'lun Un grupo de sureños dirigidos por una pirata conocida como Jesabela Rocarena en busca de fama y fortuna se dirigió a Valgarde y contrato los servicios de los Hombres del Norte, en la búsqueda de un antiguo tesoro. Aquel tesoro estaba en Zul'drak custodiado por un antiguo culto dedicado a un dios trol conocido como Quetz'lun, tras varias peripecias, tanto sureños como norteños hallaron dicho tesoro de un valor incalculable, el cual se repartieron. El hallazgo de este tesoro, junto a saqueos menores, propiciaron que los objetivos de los norteños se cumplieran y las obras de los nuevos asentamientos comenzaron. Capítulo XIX: La Caza del Kraken Una partida de exploradores y mercenarios sureños conocidos como los "Lobos de Velavento" y el clan de enanos "Barbabronce" se asentaron al norte de las Colinas Pardas, lo que no sospechaban es que una nueva y terrible amenaza se cernía sobre Rasganorte. Extrañas brumas empezaron a a nublar todas las costas y con ellas los Kvaldir (Vrykuls malditos) comenzaron a arrasar todo a su paso. Una vez más sureños y norteños se aliaron por intereses comunes para acabar con esta amenaza, la cual había sido despertada aparentemente por un nigromante que había obtenido un objeto legendario de poder conocido como "el Cuerno de Isen" y que hacía tocar el mismo desde su enorme drakkar fantasmagórico que recibía el nombre de "El Kraken". Tras diversas aventuras y desventuras, los norteños junto con sus aliados del Pacto Aureo, arrinconaron a los Kvaldir en la costa norte de las Cumbres Tormentosas y tras una intensa batalla naval consiguieron tomar "El Kraken" y posteriormente deshacer la maldición. Durante el transcurso de sus peripecias, dieron con una entidad que parecía ser amistosa que respondía al nombre de "Zhuul el Emperador" el cual había gobernado a los Drakkari miles de años atrás. Capítulo XX: El Norte no Olvida La entidad conocida como "Zhuul el Emperador" usando argucias engañosas durante la Caza del Kraken consiguió recuperar su forma corpórea y hacerse con "el Cuerno de Isen" maquinando desde las sombras. Así pues, el pérfido trol despertó a miles de Vrykuls que le servirían como ejército para recuperar primeramente el trono de Zul'drak y someter a los drakkari. Una vez hecho esto comenzó la conquista de todo el este de Rasganorte, desde el propio Zul'drak a las Colinas Pardas y el Fiordo Aquilonal. Para combatir esta amenaza, los norteños viajaron a Ventormenta para solicitar la ayuda del Rey Varian Wrynn y acabar con esta terrible amenaza. La Alianza, los Hombres del Norte y decenas de grupos de mercenarios combatieron a lo largo del Fiordo Aquilonal hasta doblegar a los Vrykuls sometidos por el Emperador Zhuul y alcanzar las Colinas Pardas para solicitar la ayuda de los Furbolg, los cuales a su vez habían sido sometidos por el brazo derecho del Emperador, una señora de la guerra legendaria conocida como "Trisha Lanzanegra" y apodada como "La Cazadora". La Señora del Guerra, tomo Fauceparda, capital de los Furbolg en las Colinas Pardas y sometió a estos. La guerra se recrudeció, la hábil Señora de la Guerra, doblego a norteños y sureños por igual, hasta que perdida ya toda esperanza y después de sufrir numerosas masacres se arriesgo el todo por el todo, aprovechando un error estratégico de los trols y poniendo fin a la vida de "La Cazadora" la cual perdió su cabeza cercenada bajo la espada de una norteña conocida como Manala. Pero lejos de darse por vencido, el Emperador Zhuul, arrinconado ahora en Zul'drak uso poderes pactados con los dioses antiguos desatando terrores inimaginables sacrificando a los caídos mortales. Pero la voluntad de la Luz y de los Titanes, dio fuerzas a norteños y sureños que finalmente arrinconaron al Emperador y acabaron con este, liberando a Rasganorte de su yugo. Capítulo XI: El Cuerno de Isen La Guerra en el Norte, había dejado miles de cadáveres y destrozos por todo el este de Rasganorte, los Drakkari pactaron la paz con norteños y sureños, para que estos pudieran volver a sus asentamientos. Jesabela Rocarena y los suyos, emprendieron un ultimo viaje a las Cumbres Tormentosas junto a los norteños, para poner bajo el recaudo del titán Thorim, el "Cuerno de Isen" a cambio el titán les entrego varios artefactos de forma esférica avisándoles de que llegado el momento tendrían que usarlos, pero no dijo nada más al respecto. Así pues, el Cuerno de Isen, que había desatado tal ola de infortunios, quedo custodiado por Thorim. Capítulo XII: El Auge de los Hombres del Norte Aunque la guerra supuso una gran perdida en recursos y hombres, trajo consigo un largo tiempo de paz. Muchos mas norteños que habían deambulado por todo Azeroth de manera itinerante arribaron a las costas del Fiordo para unirse al Pacto de Sangre. Se tomo la Fortaleza de Utgarde, que sería la nueva capital de los norteños y se erigieron cuatro ciudadelas, una para cada uno de los grandes clanes. De ese modo, el Clan Hardrada levanto "Soronholm" en memoria de su antepasado Soron, una ciudad entre la Fortaleza de la Guardia Oeste y Utgarde. El Clan Ravencroft hizo lo mismo sobre los acantilados del Este y con acceso a la costa para vigía de sus Drakkars, al norte en el Paso de los Gigantes, una moderna ciudadela conocida como "Ravensburg". En la isla suroriental de Komawa junto a los Colmillar, se estableció la ciudadela de "Nibelgaard" bajo el gobierno del Clan Nibeljorn, pese a que su Jarl, Sigurd Nibeljorn, se encontraba en paradero desconocido tras la guerra. Al sur, en la cima de los acantilados que antes sirvieran como cementerio para los Vrykuls, con una posición estratégica envidiable para controlar el acceso al rio Thorne, que remontaba hasta Valgarde, Utgarde y desembocaba en el noroeste, se alzo la ciudadela de "Valgorod" que sería el referente comercial de los norteños desde ese momento bajo el gobierno del Clan Valdrada. Capítulo XIII: Saqueos El Señor del Pacto de Sangre, Erik Hardrada, se reunió con el Rey de Ventormenta, Varian Wrynn, el cual otorgo una patente de corso a los hombres del norte, siempre que no atacaran territorios de la Alianza o lugares de interés para la misma. Con dicha patente en su mano, los norteños emprendieron una campaña de saqueos a ciudades, pueblos y campamentos costeros, en su mayoría propiedad de piratas y esclavistas, donde consiguieron grandes botines. Sigurd Nibeljorn reaparecio tras varios meses de ausencia, donde el clan Nibeljorn había progresado de mano de su hijo Ragnar. Ambos se enfrentaron en combate por el derecho a liderar el clan y los titanes favorecieron al joven Ragnar, que derroto a su padre proclamándose Jarl de los Nibeljorn. Así pues el comercio entre Ventormenta y Valgorod fluyó, del mismo modo que el tesoro se incrementaba y esto trajo un nuevo tiempo de riqueza y expansión para los nórdicos que recobraban sus antiguas tradiciones. Capítulo XIV: El Vuelo de los Cuervos Rebekka Ravencroft contrajo matrimonio con el vitki Harald Torfasson y su padre el Jarl Alban delego en la joven pareja el nuevo destino del clan, así pues Alban se dedico de pleno a la construcción del Cuervo de Tormentas, un enorme drakkar volador que sus mejores ingenieros y mechagnomos estaban desarrollando. De ese modo, Harald fue proclamado Jarl junto a Rebekka, con la esperanza de traer un nuevo tiempo de progreso y poder para los cuervos. Entre tanto, Alban encontró tiempo para dirigir junto a su yerno, una expedición hacia las Tierras Altas de Arathi, donde pretendían encontrar los restos del legendario héroe Ragnar Lodbrokar. Tras varios meses de peripecias, finalmente tuvieron que abandonar y postergar dicha búsqueda al derrumbarse por completo la cueva donde estos restos se encontraban y aunque lograron escapar a salvo, los costes y tiempo invertido en dicha búsqueda comenzaron a no ser rentables, prometiendo volver a por los mismos cuando fuera posible. Capítulo XV: Las Puertas de Helheim Pentagast el errante, se presento en Soronholm avisando de lo que sus visiones le advertían. Una terrible entidad de las sombras, que se hacía llamar Hela y se proclamaba como hija de Loken, había conseguido sortear las barreras entre el Helheim y el mundo de los vivos, para ello tenía que abrir una serie de portales entre ambos mundos y así invadir con su ejército de almas condenadas la tierra de los nórdicos. Pentagast fue reuniendo a diversos grupos de héroes y reuniéndolos en diferentes fluctuaciones por todo Azeroth, para sellar los portales de Helheim. Muchos de estos fueron sellados y Hela tuvo que esperar en las sombras nuevamente su momento, sin embargo, Pentagast advirtió de que la amenaza seguía ahí y que volvería en el momento mas inesperado para acabar con lo empezado. |