Tienes que saber visitante que los Titanes están por encima del conocimiento de las razas mortales, así que no seas presto en juzgar sus actos, pues escapan a tu comprensión. Pero si quieres intentar hacerlo, primero tienes que comprender algo sobre su naturaleza. Los Titanes, también conocidos como "los Hacedores", son una raza extremadamente poderosa y majestuosa, de piel metálica que viaja a través del cosmos, ordenando mundos y combatiendo a la Legión Ardiente.
Hay dos tipos de Titán:
- Aesir: Son de piel plateada, más inteligentes y ágiles que los vanir; están especializados en la creación de los océanos y los cielos, así como de la elaboración de los gigantes de mar y tierra.
- Vanir: Son de piel de bronce, con tonos dorados. Son los padres de las montañas y los profundos abismos. Crearon a los terráneos, de donde surgen los enanos, así como a los troggs y los gnomos.
Los Aesir y los Vanir son las dos especies bien definidas de Titán. Si bien es cierto que se ha encontrado una variación o mezcolanza en Ulduar.
Los Titanes son gobernados por una institución llamada El Pantión, conformado por los Titanes más poderosos, a saber:
Aman'Thul, el Alto Padre
Como el más sabio y poderoso de los titanes, Aman'Thul es el encargado de la supervisión y cuidado de los mundos moldeados por su raza. Es un aesir de piel plateada, largo cabello y barba blancos, con ojos de color amarillo semejantes al fulgor del relámpago, poder que domina con inigualable maestría. Aman'Thul, delegó parte de su poder de control temporal en el Vuelo de Bronce; en concreto, en su líder, el dragón Nozdormu. Se le representa con el bastón del trueno, Orodur. Su bastón, es un crisol de electricidad que canaliza este tipo de energía de todo el universo, y base del poder de Aman'Thul. Es el hermano de Sargeras (con quien vigilaba los mundos antes de caer en desgracia) y el consorte de Eonar.
Como el más sabio y poderoso de los titanes, Aman'Thul es el encargado de la supervisión y cuidado de los mundos moldeados por su raza. Es un aesir de piel plateada, largo cabello y barba blancos, con ojos de color amarillo semejantes al fulgor del relámpago, poder que domina con inigualable maestría. Aman'Thul, delegó parte de su poder de control temporal en el Vuelo de Bronce; en concreto, en su líder, el dragón Nozdormu. Se le representa con el bastón del trueno, Orodur. Su bastón, es un crisol de electricidad que canaliza este tipo de energía de todo el universo, y base del poder de Aman'Thul. Es el hermano de Sargeras (con quien vigilaba los mundos antes de caer en desgracia) y el consorte de Eonar.
Eonar
Es una titán vanir de piel bronceada, creadora de la Vida y de la Naturaleza. Porta un bastón de alabastro y es rodeada por una innumerable capa de flores en su pleno esplendor. Eonar delegó parte de su poder en la cabeza del Vuelo Rojo, la Reina de los Dragones, Alextrasza. Eonar abomina la no-muerte, y ha ordenado a Freya que acabe con ella.Algunos eruditos piensan que Eonar es asociada con la Madre Tierra de los tauren, o con la Elune de los kaldorei.
Es una titán vanir de piel bronceada, creadora de la Vida y de la Naturaleza. Porta un bastón de alabastro y es rodeada por una innumerable capa de flores en su pleno esplendor. Eonar delegó parte de su poder en la cabeza del Vuelo Rojo, la Reina de los Dragones, Alextrasza. Eonar abomina la no-muerte, y ha ordenado a Freya que acabe con ella.Algunos eruditos piensan que Eonar es asociada con la Madre Tierra de los tauren, o con la Elune de los kaldorei.
Golganneth, el Tronador
Es un Titán aesir, hijo de Aman'Thul y Eonar. Su deber es la protección de los mundos, porta su gigantesco cuerno de guerra, Shargahn, con el cual puede romper montañas con tan sólo tocarlo. Él mismo, se encargó de crear el océano y el cielo de Azeroth, 147.000 años antes de la Apertura del Portal Oscuro.También se le atribuye la creación de los gigantes de mar. El gigantesco cuerno puede además invocar criaturas de los abismos de la tierra y convocar tempestades.
Es un Titán aesir, hijo de Aman'Thul y Eonar. Su deber es la protección de los mundos, porta su gigantesco cuerno de guerra, Shargahn, con el cual puede romper montañas con tan sólo tocarlo. Él mismo, se encargó de crear el océano y el cielo de Azeroth, 147.000 años antes de la Apertura del Portal Oscuro.También se le atribuye la creación de los gigantes de mar. El gigantesco cuerno puede además invocar criaturas de los abismos de la tierra y convocar tempestades.
Khaz'Goroth
Es un titán vanir, especialista en moldear la tierra y darle forma con sinuosas formas. Va siempre acompañado de su forja y martillo, con el que conforma el aspecto de sus delicadas y fuertes creaciones. Es el padre de los terráneos, y por ende, de los enanos, los cuales veneran y bautizan su reino, Khaz'Modan (El reino de Khaz) en su honor. Khaz'Goroth delegó parte de su poder en Neltharion o Alamuerte, concediéndole el dominio de las mansiones profundas y los oscuros abismos.La Liga de Exploradores está obsesionada con argumentar que la forja de Khaz'Goroth existe, y que se encuentra en las profundidades de Grim Batol o Forjaz.
Es un titán vanir, especialista en moldear la tierra y darle forma con sinuosas formas. Va siempre acompañado de su forja y martillo, con el que conforma el aspecto de sus delicadas y fuertes creaciones. Es el padre de los terráneos, y por ende, de los enanos, los cuales veneran y bautizan su reino, Khaz'Modan (El reino de Khaz) en su honor. Khaz'Goroth delegó parte de su poder en Neltharion o Alamuerte, concediéndole el dominio de las mansiones profundas y los oscuros abismos.La Liga de Exploradores está obsesionada con argumentar que la forja de Khaz'Goroth existe, y que se encuentra en las profundidades de Grim Batol o Forjaz.
Norgannon
Es un titán aesir, guardián del conocimiento y Señor de la Magia del universo. Es representado con una capucha ocultándole el rostro y una larga barba blanca, portando siempre sus famosos discos (de Norgannon, mirar información, listado de reliquias) de poder mágico. Norgannon delegó una pequeña parte de poder en el adalid del Vuelo Azul, Malygos.
Es un titán aesir, guardián del conocimiento y Señor de la Magia del universo. Es representado con una capucha ocultándole el rostro y una larga barba blanca, portando siempre sus famosos discos (de Norgannon, mirar información, listado de reliquias) de poder mágico. Norgannon delegó una pequeña parte de poder en el adalid del Vuelo Azul, Malygos.
Sargeras, el Titán Oscuro
Sargeras antaño fue un titán vanir, encargado de la defensa de los mundos y campeón del Panteón. Comparable a Aman'Thul en poder, combatía sin descanso a los demonios del Vacío Abisal, hasta que una vez cayó en la cuenta de que jamás podría exterminar a los demonios, por lo que fue seducido por su lado maligno. Por consiguiente, Sargeras formó un ejécito llamado Legión Ardiente, cuyo fin era acabar con el Panteón y hacerse con el pleno dominio del Universo.
Sargeras antaño fue un titán vanir, encargado de la defensa de los mundos y campeón del Panteón. Comparable a Aman'Thul en poder, combatía sin descanso a los demonios del Vacío Abisal, hasta que una vez cayó en la cuenta de que jamás podría exterminar a los demonios, por lo que fue seducido por su lado maligno. Por consiguiente, Sargeras formó un ejécito llamado Legión Ardiente, cuyo fin era acabar con el Panteón y hacerse con el pleno dominio del Universo.
Aggramar
El titán vanir que ha sustituido a Sargeras como Campeón y némesis de la Legión Ardiente. Combate a los demonios con su espada quebrada Taeshalach, fragmento del arma más poderosa del Universo (La Gorshalach). Que fue quebrada en un combate contra Sargeras, el cual se quedó con el otro fragmento, llamado Gorribal.
El titán vanir que ha sustituido a Sargeras como Campeón y némesis de la Legión Ardiente. Combate a los demonios con su espada quebrada Taeshalach, fragmento del arma más poderosa del Universo (La Gorshalach). Que fue quebrada en un combate contra Sargeras, el cual se quedó con el otro fragmento, llamado Gorribal.
Nadie sabe exactamente cómo se originó el universo. Algunos conjeturan que una terrible explosión cósmica lanzó hacia la vasta inmensidad de la Gran Oscuridad mundos infinitos que giraron en órbita, mundos que posteriormente albergarían diversas formas de vida, extraordinarias y terribles a la vez. Otros creen que el universo, tal como existe hoy, fue creado como un todo por una entidad singular y todopoderosa.
Si bien los orígenes exactos del caótico universo siguen sin esclarecerse, existe la certeza sobre el nacimiento de una raza de seres poderosos que puso orden en los mundos, para garantizar un futuro seguro para las criaturas que seguirían sus pasos.
Los titanes, dioses colosales de piel metálica procedentes de los confines del cosmos, llegaron hasta aquí y empezaron a ocuparse de los planetas que encontraron. Configuraron estos espacios, levantando poderosas montañas y formando vastos océanos.
Originaron cielos y atmósferas tormentosas, siguiendo un plan insondable para crear orden a partir del caos. Incluso otorgaron poderes a las razas primitivas para que se ocuparan de sus trabajos y mantuvieran la integridad de sus respectivos universos.
Los titanes, gobernados por una secta de élite conocida como Panteón, llevaron el orden a cientos de millones de mundos diseminados por la Gran Oscuridad del Más Allá durante los primeros años de la creación.
El benevolente Panteón, con la intención de salvaguardar las estructuradas sociedades de estas razas, estaba siempre atento a la amenaza de seres malignos y extradimensionales de El Vacío Abisal. El Vacío Abisal, una dimensión etérea de magia caótica que interconectaba miríadas de planetas, albergaba un número infinito de seres malignos y demoníacos cuya única finalidad era destruir la vida y agotar las energías del universo viviente.
Con el tiempo, seres demoníacos lograron entrar en los mundos de los titanes desde El Vacío Abisal y el Panteón eligió a Sargeras, su guerrero más destacado, para combatir en primera línea. Noble gigante de bronce fundido, Sargeras desempeñó su papel durante incontables milenios, buscando y destruyendo a los demonios allí por donde iba. Durante millones de años, Sargeras se enfrentó a dos poderosas razas demoníacas, las cuales se habían propuesto obtener el poder y el dominio sobre el universo físico.
Los Eredar, una raza insidiosa de malignos hechiceros, utilizó la brujería para invadir y dominar diversos mundos. Las razas autóctonas de estos planetas experimentaron mutaciones causadas por los malignos poderes de los Eredar y se convirtieron en demonios.
Si bien los poderes casi ilimitados de Sargeras fueron más que suficientes para derrotar a los malvados Eredar, tuvo grandes problemas generados por la corrupción de las criaturas y al mal que todo lo consume. Incapaz de comprender tanta depravación, el gran titán cayó en una amarga depresión. A pesar de su creciente malestar, Sargeras liberó al universo de la presencia de los brujos, recluyéndolos en un rincón de El Vacío Abisal.
Mientras su confusión y tristeza crecían, Sargeras se vio obligado a luchar contra otro intento del grupo de perturbar el orden de los titanes: los Nathrezim. Esta raza oscura de demonios vampíricos (también conocidos como señores del terror), conquistó varios planetas densamente poblados, poseyendo a sus habitantes y convirtiéndolos en sombras.
Los nefastos e intrigantes señores del terror enfrentaron a todas las naciones entre sí, manipulándolas hasta el odio irreflexivo y la desconfianza. Sargeras derrotó a los Nathrezim fácilmente, pero su corrupción lo afectó profundamente.
Puesto que la duda y la desesperación ensombrecieron los sentidos de Sargeras, perdió toda la fe no solo en su misión, sino también en la visión que los titanes tenían de un universo ordenado. Finalmente, llegó a creer que el concepto de orden era una locura, y que el caos y la depravación eran los valores absolutos del oscuro y solitario universo.
Sus compañeros titanes intentaron persuadirlo de su error y apaciguar su trastorno, pero él no creyó en las afirmaciones optimistas de los titanes, considerándolas engaños y artimañas interesadas. Abandonando a sus compañeros para siempre, Sargeras partió en busca de su propio lugar en el universo. Si bien el Panteón lamentaba su partida, los titanes no podían imaginar hasta dónde llegaría su hermano extraviado.
Cuando la locura de Sargeras había consumido los últimos vestigios de su valiente espíritu, llegó a creer que los propios titanes eran los responsables del error de la creación. Finalmente, decidió cambiar las cosas en todo el universo, creando un ejército imparable capaz de destruir todo el universo físico.
Incluso la forma titánica de Sargeras experimentó una deformación ocasionada por la corrupción que había poseído su otrora noble corazón. Sus ojos, sus cabellos y su barba desprendían fuego, y su piel color bronce se cuarteó, revelando un manantial de furia abrasadora.
En su ira, Sargeras echó abajo las prisiones de los Eredar y los Nathrezim, liberando a los repugnantes demonios. Estas malvadas criaturas se inclinaban ante la inconmensurable furia del titán oscuro y ofrecieron servirle de todas las formas posibles. Entre las filas de los poderosos Eredar, Sargeras eligió a dos campeones para dirigir a su demoníaco ejército de destrucción.
Kil'jaeden el Impostor fue elegido para reclutar a las razas más oscuras del universo y alistarlas en las filas de Sargeras. El segundo Campeón, Archimonde el Rapiñador, fue elegido para dirigir los vastos ejércitos de Sargeras en la lucha contra todo el que se resistiera a la voluntad del titán.
La primera medida de Kil'jaeden fue esclavizar a los vampíricos señores del terror bajo su terrible poder. Los señores del terror actuaban como agentes personales del titán por todo el universo, eligiendo para su maestro razas primitivas susceptibles de ser corrompidas y doblegadas. El primer señor del terror era Tichondrius el Ensombrecedor. Tichondrius era el Soldado perfecto de Kil'jaeden y accedió a propagar el mal abrasador de Sargeras por todos los rincones oscuros del universo.
Archimonde también otorgó poderes a sus propios agentes. Congregando a los malvados señores del infierno y a su bárbaro líder Mannoroth el Destructor, Archimonde preparó una élite de guerra capaz de exterminar todo rastro de vida de la creación.
Cuando Sargeras vio que tenía un ejército poderoso y listo para seguir todas sus órdenes, lo hizo rastrear todos los rincones de la Gran Oscuridad. Llamó a su ejército la Legión Ardiente. Hasta el momento, no se sabe cuántos planetas han sido exterminados por este ejército en su nefasta Cruzada Ardiente por todo el universo.
Si bien los orígenes exactos del caótico universo siguen sin esclarecerse, existe la certeza sobre el nacimiento de una raza de seres poderosos que puso orden en los mundos, para garantizar un futuro seguro para las criaturas que seguirían sus pasos.
Los titanes, dioses colosales de piel metálica procedentes de los confines del cosmos, llegaron hasta aquí y empezaron a ocuparse de los planetas que encontraron. Configuraron estos espacios, levantando poderosas montañas y formando vastos océanos.
Originaron cielos y atmósferas tormentosas, siguiendo un plan insondable para crear orden a partir del caos. Incluso otorgaron poderes a las razas primitivas para que se ocuparan de sus trabajos y mantuvieran la integridad de sus respectivos universos.
Los titanes, gobernados por una secta de élite conocida como Panteón, llevaron el orden a cientos de millones de mundos diseminados por la Gran Oscuridad del Más Allá durante los primeros años de la creación.
El benevolente Panteón, con la intención de salvaguardar las estructuradas sociedades de estas razas, estaba siempre atento a la amenaza de seres malignos y extradimensionales de El Vacío Abisal. El Vacío Abisal, una dimensión etérea de magia caótica que interconectaba miríadas de planetas, albergaba un número infinito de seres malignos y demoníacos cuya única finalidad era destruir la vida y agotar las energías del universo viviente.
Con el tiempo, seres demoníacos lograron entrar en los mundos de los titanes desde El Vacío Abisal y el Panteón eligió a Sargeras, su guerrero más destacado, para combatir en primera línea. Noble gigante de bronce fundido, Sargeras desempeñó su papel durante incontables milenios, buscando y destruyendo a los demonios allí por donde iba. Durante millones de años, Sargeras se enfrentó a dos poderosas razas demoníacas, las cuales se habían propuesto obtener el poder y el dominio sobre el universo físico.
Los Eredar, una raza insidiosa de malignos hechiceros, utilizó la brujería para invadir y dominar diversos mundos. Las razas autóctonas de estos planetas experimentaron mutaciones causadas por los malignos poderes de los Eredar y se convirtieron en demonios.
Si bien los poderes casi ilimitados de Sargeras fueron más que suficientes para derrotar a los malvados Eredar, tuvo grandes problemas generados por la corrupción de las criaturas y al mal que todo lo consume. Incapaz de comprender tanta depravación, el gran titán cayó en una amarga depresión. A pesar de su creciente malestar, Sargeras liberó al universo de la presencia de los brujos, recluyéndolos en un rincón de El Vacío Abisal.
Mientras su confusión y tristeza crecían, Sargeras se vio obligado a luchar contra otro intento del grupo de perturbar el orden de los titanes: los Nathrezim. Esta raza oscura de demonios vampíricos (también conocidos como señores del terror), conquistó varios planetas densamente poblados, poseyendo a sus habitantes y convirtiéndolos en sombras.
Los nefastos e intrigantes señores del terror enfrentaron a todas las naciones entre sí, manipulándolas hasta el odio irreflexivo y la desconfianza. Sargeras derrotó a los Nathrezim fácilmente, pero su corrupción lo afectó profundamente.
Puesto que la duda y la desesperación ensombrecieron los sentidos de Sargeras, perdió toda la fe no solo en su misión, sino también en la visión que los titanes tenían de un universo ordenado. Finalmente, llegó a creer que el concepto de orden era una locura, y que el caos y la depravación eran los valores absolutos del oscuro y solitario universo.
Sus compañeros titanes intentaron persuadirlo de su error y apaciguar su trastorno, pero él no creyó en las afirmaciones optimistas de los titanes, considerándolas engaños y artimañas interesadas. Abandonando a sus compañeros para siempre, Sargeras partió en busca de su propio lugar en el universo. Si bien el Panteón lamentaba su partida, los titanes no podían imaginar hasta dónde llegaría su hermano extraviado.
Cuando la locura de Sargeras había consumido los últimos vestigios de su valiente espíritu, llegó a creer que los propios titanes eran los responsables del error de la creación. Finalmente, decidió cambiar las cosas en todo el universo, creando un ejército imparable capaz de destruir todo el universo físico.
Incluso la forma titánica de Sargeras experimentó una deformación ocasionada por la corrupción que había poseído su otrora noble corazón. Sus ojos, sus cabellos y su barba desprendían fuego, y su piel color bronce se cuarteó, revelando un manantial de furia abrasadora.
En su ira, Sargeras echó abajo las prisiones de los Eredar y los Nathrezim, liberando a los repugnantes demonios. Estas malvadas criaturas se inclinaban ante la inconmensurable furia del titán oscuro y ofrecieron servirle de todas las formas posibles. Entre las filas de los poderosos Eredar, Sargeras eligió a dos campeones para dirigir a su demoníaco ejército de destrucción.
Kil'jaeden el Impostor fue elegido para reclutar a las razas más oscuras del universo y alistarlas en las filas de Sargeras. El segundo Campeón, Archimonde el Rapiñador, fue elegido para dirigir los vastos ejércitos de Sargeras en la lucha contra todo el que se resistiera a la voluntad del titán.
La primera medida de Kil'jaeden fue esclavizar a los vampíricos señores del terror bajo su terrible poder. Los señores del terror actuaban como agentes personales del titán por todo el universo, eligiendo para su maestro razas primitivas susceptibles de ser corrompidas y doblegadas. El primer señor del terror era Tichondrius el Ensombrecedor. Tichondrius era el Soldado perfecto de Kil'jaeden y accedió a propagar el mal abrasador de Sargeras por todos los rincones oscuros del universo.
Archimonde también otorgó poderes a sus propios agentes. Congregando a los malvados señores del infierno y a su bárbaro líder Mannoroth el Destructor, Archimonde preparó una élite de guerra capaz de exterminar todo rastro de vida de la creación.
Cuando Sargeras vio que tenía un ejército poderoso y listo para seguir todas sus órdenes, lo hizo rastrear todos los rincones de la Gran Oscuridad. Llamó a su ejército la Legión Ardiente. Hasta el momento, no se sabe cuántos planetas han sido exterminados por este ejército en su nefasta Cruzada Ardiente por todo el universo.
Desconociendo el empeño de Sargeras en destruir sus grandes hazañas, los titanes continuaron viajando de un planeta a otro, ordenando y sembrando de paz los sitios a los que iban. Durante el trayecto, hallaron un pequeño planeta cuyos habitantes llamaron Azeroth.
Mientras los titanes examinaban el paisaje originario, encontraron a numerosos elementales hostiles. Estos elementales, que veneraban a una raza de seres de insondable maldad conocidos como los dioses antiguos, juraron que echarían a los titanes y protegerían su entorno de la presencia metálica de los invasores.
El Panteón, inquieto por las inclinaciones malignas de los dioses antiguos, declararon la guerra a los elementales y a sus maestros oscuros. Los ejércitos de los dioses antiguos actuaban bajo las órdenes de los tenientes elementales más poderosos: Ragnaros el Señor de Fuego, Therazane la Madre Pétrea, Al'Akir el Señor del Viento y Neptulon el Cazamareas.
Sus caóticas fuerzas rugieron por todo el universo y se enfrentaron a los colosales titanes. Aunque los elementales tenían un poder más allá de toda comprensión, sus fuerzas conjuntas no podían detener a los poderosos titanes. Uno a uno, los señores elementales cayeron y sus fuerzas se dispersaron.
Los miembros del Panteón arrasaron los reductos de los dioses antiguos y encadenaron a los cinco dioses malignos en el subsuelo del planeta. Sin el poder de los dioses antiguos para mantener sus furiosos espíritus atados al mundo físico, los elementales fueron desterrados a un plano Abisal, donde lucharían entre sí por toda la eternidad. Tras la partida de los elementales, la naturaleza se apaciguó y en el mundo reinó una pacífica armonía. Al acabar con la amenaza, los titanes se pusieron manos a la obra.
Así, otorgaron poderes a numerosas razas para que les ayudaran a construir un nuevo mundo. Para ayudarles a cavar las insondables cavernas subterráneas, los titanes crearon a los terráneos, similares a los enanos, utilizando mágicas piedras vivientes. Para crear los mares y elevar la tierra por encima del nivel del mar, los titanes crearon a los inmensos, pero gentiles gigantes marinos. Durante varias eras, los titanes moldearon la tierra hasta crear un continente perfecto.
En el centro del continente, los titanes crearon un lago misterioso de energías incandescentes. El lago, llamado Pozo de la Eternidad, constituía la fuente de la vida de todos los seres que habitaban el planeta. Sus poderosas energías alimentaron los huesos de todo ser viviente y sembraron de vida aquel rico suelo. Con el tiempo, plantas, árboles, monstruos y criaturas de todas las clases empezaron a prosperar en el continente primigenio.
En el crepúsculo del último día de sus obras de creación del mundo, los titanes dieron al continente el nombre de Kalimdor: "tierra de la eterna luz estelar".
A su vez, El Panteón, creo a los seis Titanes de Ulduar vigilantes del mal y protectores del mundo. Tiempo atrás que los hombres del norte peregrinaban a la Cumbres Tormentosas para adorar a estos Titanes.
Mientras los titanes examinaban el paisaje originario, encontraron a numerosos elementales hostiles. Estos elementales, que veneraban a una raza de seres de insondable maldad conocidos como los dioses antiguos, juraron que echarían a los titanes y protegerían su entorno de la presencia metálica de los invasores.
El Panteón, inquieto por las inclinaciones malignas de los dioses antiguos, declararon la guerra a los elementales y a sus maestros oscuros. Los ejércitos de los dioses antiguos actuaban bajo las órdenes de los tenientes elementales más poderosos: Ragnaros el Señor de Fuego, Therazane la Madre Pétrea, Al'Akir el Señor del Viento y Neptulon el Cazamareas.
Sus caóticas fuerzas rugieron por todo el universo y se enfrentaron a los colosales titanes. Aunque los elementales tenían un poder más allá de toda comprensión, sus fuerzas conjuntas no podían detener a los poderosos titanes. Uno a uno, los señores elementales cayeron y sus fuerzas se dispersaron.
Los miembros del Panteón arrasaron los reductos de los dioses antiguos y encadenaron a los cinco dioses malignos en el subsuelo del planeta. Sin el poder de los dioses antiguos para mantener sus furiosos espíritus atados al mundo físico, los elementales fueron desterrados a un plano Abisal, donde lucharían entre sí por toda la eternidad. Tras la partida de los elementales, la naturaleza se apaciguó y en el mundo reinó una pacífica armonía. Al acabar con la amenaza, los titanes se pusieron manos a la obra.
Así, otorgaron poderes a numerosas razas para que les ayudaran a construir un nuevo mundo. Para ayudarles a cavar las insondables cavernas subterráneas, los titanes crearon a los terráneos, similares a los enanos, utilizando mágicas piedras vivientes. Para crear los mares y elevar la tierra por encima del nivel del mar, los titanes crearon a los inmensos, pero gentiles gigantes marinos. Durante varias eras, los titanes moldearon la tierra hasta crear un continente perfecto.
En el centro del continente, los titanes crearon un lago misterioso de energías incandescentes. El lago, llamado Pozo de la Eternidad, constituía la fuente de la vida de todos los seres que habitaban el planeta. Sus poderosas energías alimentaron los huesos de todo ser viviente y sembraron de vida aquel rico suelo. Con el tiempo, plantas, árboles, monstruos y criaturas de todas las clases empezaron a prosperar en el continente primigenio.
En el crepúsculo del último día de sus obras de creación del mundo, los titanes dieron al continente el nombre de Kalimdor: "tierra de la eterna luz estelar".
A su vez, El Panteón, creo a los seis Titanes de Ulduar vigilantes del mal y protectores del mundo. Tiempo atrás que los hombres del norte peregrinaban a la Cumbres Tormentosas para adorar a estos Titanes.
Thorim
Es el esposo de Sif y hermano de Loken, uno de los Titanes más poderosos de la creación y señor de los truenos. Gran parte del poder de Thorim, radica en su martillo Krolmir por el cual canaliza el poder de la tormenta. Es un Titán guerrero y uno de los mas adorados por los hombres del norte.
Es el esposo de Sif y hermano de Loken, uno de los Titanes más poderosos de la creación y señor de los truenos. Gran parte del poder de Thorim, radica en su martillo Krolmir por el cual canaliza el poder de la tormenta. Es un Titán guerrero y uno de los mas adorados por los hombres del norte.
Freya
Esta Titán, es una creación directa y expresa de Eonar, dotada con gran parte de su poder y defensora del orden natural de las cosas y de la naturaleza. Creadora de vida, Freya repudia la vida antinatural. Freya es adorada principalmente por aquellos que dedican su vida a la naturaleza y las artes de la sanación.
Esta Titán, es una creación directa y expresa de Eonar, dotada con gran parte de su poder y defensora del orden natural de las cosas y de la naturaleza. Creadora de vida, Freya repudia la vida antinatural. Freya es adorada principalmente por aquellos que dedican su vida a la naturaleza y las artes de la sanación.
Tyr
Es junto a Thorim, uno de los Titanes mas venerados por los hombres del norte, e incluso por los humanos al sur, ya que se cuenta que en los orígenes de los humanos, fue Tyr quien guió a estos y que cuando el mal les acecho combatió ensalzando los valores de la rectitud y la justicia incluso perdiendo su mano derecha, la cual sustituyo por una creada con plata.De esta manera, el Titán, mostró a la joven raza que la verdadera justicia y el orden solo se alcanzaban con el sacrificio personal.En un territorio al sur de Rasganorte, conocido como Lordaeron se dice que le impronta de Tyr, aún permanece, incluso se creo una orden en su nombre conocida como; "La Mano de Plata" en referencia a lo enseñado por el Titán. Tyr, es un Titán guerrero y es venerado sobretodo por aquellos que defiende la justicia, el orden y la rectitud.
Es junto a Thorim, uno de los Titanes mas venerados por los hombres del norte, e incluso por los humanos al sur, ya que se cuenta que en los orígenes de los humanos, fue Tyr quien guió a estos y que cuando el mal les acecho combatió ensalzando los valores de la rectitud y la justicia incluso perdiendo su mano derecha, la cual sustituyo por una creada con plata.De esta manera, el Titán, mostró a la joven raza que la verdadera justicia y el orden solo se alcanzaban con el sacrificio personal.En un territorio al sur de Rasganorte, conocido como Lordaeron se dice que le impronta de Tyr, aún permanece, incluso se creo una orden en su nombre conocida como; "La Mano de Plata" en referencia a lo enseñado por el Titán. Tyr, es un Titán guerrero y es venerado sobretodo por aquellos que defiende la justicia, el orden y la rectitud.
Hodir
Venerado por los hombres del norte y los enanos, así como por una facción conocida como los Hijos de Hodir y que habitan en las Cumbres Tormentosas. Es el señor del frío y la escarcha, creador de gigantes y padre protector de los mismos. Al igual que Thorim, es un Titán guerrero más frecuentemente adorado sobre todo por los marineros.
Venerado por los hombres del norte y los enanos, así como por una facción conocida como los Hijos de Hodir y que habitan en las Cumbres Tormentosas. Es el señor del frío y la escarcha, creador de gigantes y padre protector de los mismos. Al igual que Thorim, es un Titán guerrero más frecuentemente adorado sobre todo por los marineros.
Mimiron
Es un Titán mecánico, padre de la ingeniería. Al igual que Hodir, es un Titán creador y guardián de conocimientos, sin embargo este no es un guerrero y es por ello que es adorado por hombres de ciencia, exploradores, eruditos e ingenieros.Se cree que tiene relación directa con la creación de los gnomos, al que muchos de estos le consideran como un dios.
Es un Titán mecánico, padre de la ingeniería. Al igual que Hodir, es un Titán creador y guardián de conocimientos, sin embargo este no es un guerrero y es por ello que es adorado por hombres de ciencia, exploradores, eruditos e ingenieros.Se cree que tiene relación directa con la creación de los gnomos, al que muchos de estos le consideran como un dios.
Loken
Hermano de Thorim y guardián principal del mal contenido en Ulduar. Loken es poseedor de un gran poder, se dice que fue corrompido y destruido, como parte de su plan para destruir el mundo y que finalmente fue evitado. Pese a que ya no tiene forma corpórea, su espíritu prevaleció al romperse su corrupción y sigue en Ulduar, como muestra de su infinito poder sobre las fuentes mágicas.Loken, es adorado por aquellos que se dedican a las artes de la magia y hechicería principalmente.
Hermano de Thorim y guardián principal del mal contenido en Ulduar. Loken es poseedor de un gran poder, se dice que fue corrompido y destruido, como parte de su plan para destruir el mundo y que finalmente fue evitado. Pese a que ya no tiene forma corpórea, su espíritu prevaleció al romperse su corrupción y sigue en Ulduar, como muestra de su infinito poder sobre las fuentes mágicas.Loken, es adorado por aquellos que se dedican a las artes de la magia y hechicería principalmente.
Ahora mortal, eres poseedor de un conocimiento ancestral sobre fuerzas que jamás llegaras a comprender enteramente. Adora a los Titanes y encomienda tu vida a ellos.
"Extraído de la biblioteca de los Hombres del Norte en Soronholm"