Los Hombres del Norte del pacto de Sangre habían llegado a las costas de Tierras del Interior y se asentaron cerca del Poblado Sañadiente, con la intención de robar el oro de Jintha'alor, que según contaba la leyenda era inmenso.
Tras varias incursiones peligrosas no albergaron tal tesoro, pero se encontraron a la tribu Trol Kalar de regreso al asentamiento, los trols sorprendieron a los orgullos guerreros del norte que tuvieron que dejar el asentamiento con varias bajas para regocijo de la tribu Trol, que había expulsado con eficacia al invasor.
Los Hombres del Norte regresaron a su Drakkar, y tras varios días planificando una venganza contra los trols decidieron invocar a la bruma para atacar el Poblado Sañadiente y cobrarse con sangre, oro y joyas la afrenta y muertes recibidas.
Entrada ya la noche, desde la cima de la montaña que resguarda el Poblado, se precipitaron flechas ígneas, grandes rocas y tortugas gigantes contra el Poblado, sembrando el caos en el mismo.
Al mismo tiempo y bajo el sonido de los cuernos y tambores, el Drakkar de los hombres del norte dirigido por Alban Ravencroft se estampaba literalmente contra la construcción portuaria de madera del puerto del Poblado Sañadiente y de él dirigidos por Erik Hardrada y Hildegard Valdrada surgieron los hombres del norte, con sus fieros guerreros berserker en cabeza, arrasando por donde pasaban.
La líder del Trol Kalar, Máhal, sorprendida organizo la defensa. Los valientes trols del Trol Kalar y de la Tribu Sañadiente, trataron de contener a los Hombres del Norte, que llenos de sed de sangre y venganza descargaron su ira contra estos.
Pese a que el combate fue relativamente corto, la fiereza y bravura mostrada por ambos bandos fue legendaria, hasta que los trols cayeron y los Hombres del Norte del Pacto de Sangre comenzaron a quemar gran parte del Poblado Sañadiente con antorchas incendiarias y a saquear las chozas y construcciones, obteniendo un gran botín de oro y joyas.
Los Hombres del Norte, cargaron el botín en el Drakkar y zarparon raudamente, pues su velocidad es parte de su tradicional estrategia en combate. Con medio Poblado Sañadiente en llamas y gran parte de los trol de la tribu tratando de sofocar el incendio y recogiendo cadáveres y heridos, aún hubo un asalto mas que se produjo esta vez en el mar.
Una contrapartida de trols montados en Canoas, asaltaron el Drakkar, pero fueron repelidos y devueltos al mar.
Los Hombres del Norte, festejaron la victoria y la consecución de su venganza. El Drakkar estaba ya en alta mar, rumbo al Fiordo Aquilonal.
El Jarl Erik Hardrada se dirigió a los Hombres del Norte, antes de la gran batalla
Tras varias incursiones peligrosas no albergaron tal tesoro, pero se encontraron a la tribu Trol Kalar de regreso al asentamiento, los trols sorprendieron a los orgullos guerreros del norte que tuvieron que dejar el asentamiento con varias bajas para regocijo de la tribu Trol, que había expulsado con eficacia al invasor.
Los Hombres del Norte regresaron a su Drakkar, y tras varios días planificando una venganza contra los trols decidieron invocar a la bruma para atacar el Poblado Sañadiente y cobrarse con sangre, oro y joyas la afrenta y muertes recibidas.
Entrada ya la noche, desde la cima de la montaña que resguarda el Poblado, se precipitaron flechas ígneas, grandes rocas y tortugas gigantes contra el Poblado, sembrando el caos en el mismo.
Al mismo tiempo y bajo el sonido de los cuernos y tambores, el Drakkar de los hombres del norte dirigido por Alban Ravencroft se estampaba literalmente contra la construcción portuaria de madera del puerto del Poblado Sañadiente y de él dirigidos por Erik Hardrada y Hildegard Valdrada surgieron los hombres del norte, con sus fieros guerreros berserker en cabeza, arrasando por donde pasaban.
La líder del Trol Kalar, Máhal, sorprendida organizo la defensa. Los valientes trols del Trol Kalar y de la Tribu Sañadiente, trataron de contener a los Hombres del Norte, que llenos de sed de sangre y venganza descargaron su ira contra estos.
Pese a que el combate fue relativamente corto, la fiereza y bravura mostrada por ambos bandos fue legendaria, hasta que los trols cayeron y los Hombres del Norte del Pacto de Sangre comenzaron a quemar gran parte del Poblado Sañadiente con antorchas incendiarias y a saquear las chozas y construcciones, obteniendo un gran botín de oro y joyas.
Los Hombres del Norte, cargaron el botín en el Drakkar y zarparon raudamente, pues su velocidad es parte de su tradicional estrategia en combate. Con medio Poblado Sañadiente en llamas y gran parte de los trol de la tribu tratando de sofocar el incendio y recogiendo cadáveres y heridos, aún hubo un asalto mas que se produjo esta vez en el mar.
Una contrapartida de trols montados en Canoas, asaltaron el Drakkar, pero fueron repelidos y devueltos al mar.
Los Hombres del Norte, festejaron la victoria y la consecución de su venganza. El Drakkar estaba ya en alta mar, rumbo al Fiordo Aquilonal.
El Jarl Erik Hardrada se dirigió a los Hombres del Norte, antes de la gran batalla
"El verdadero Oro de Jintha'alor son nuestras tradiciones, nuestras familias, nuestro linaje, hemos pagado con muchas vidas el aprender esta lección y ahora volveremos a nuestros origenes, tomaremos el Poblado Sañadientes y nos vengaremos de los Trols tal y como hacían nuestros padres y los padres de nuestros padres antes de ellos, lucharemos como Hombres del Norte, con honor y coraje, y si la muerte nos alcanza nos veremos en Valhalla.
¡Y pobre de aquel que no vuelva con sangre de trol en su arma por que os juro que regresare del mismisimo Helheim y lo empalare en Valgarde para vergüenza de su clan y de todos los Hombres del Norte!
¡Por la Sangre del Norte! gritad conmigo hijos del norte... ¡SANGRE!"