Derrotados ya los Vrykuls en el Fiordo Aquilonal, el Emperador esta aún lejos de ser derrotado, pues ha lanzado una gran ofensiva desde Zul'drak para controlar las Colinas Pardas. Zhuul pretende controlar a Ursoc "el dios Oso" y con ello conseguir a los miles de Furbolgs que estarian dispuestos a morir por su dios. Si lo consigue, no habrá fuerza en Rasganorte suficiente para detenerlo y para ello cuenta con una Jefa de Guerra legendaria, Trisha Lanzanegra, que dirigirá a los ejércitos drakkari hacía la inexorable conquista del norte.
La primera Jornada en las Colinas Pardas estuvo cargada de tensión, los trolls Drakkari desde el norte, mandaron todos sus efectivos a los asentamientos cercanos a Fauceparda. Por ende, tanto la Alianza como los Hombres del Norte, adoptaron la misma estrategia.
Arroyoplata se rindió ante Trisha Lanzanegra, la cual hizo ejecutar a los Ulfhednar que no se pusieran de su parte. El antiguo Campamento de la Brigada de los Páramos, fue abandonado según se escuchaban los tambores drakkari de guerra aproximandose, por lo cual el gran ejército entro sin oposición alguna.
Desde Bahía Ventura, la Alianza movilizo a un gran ejército, con el caballero Sir Baldrin a la cabeza, los cuales montaron sus tiendas y preparativos en el Refugio Pino Ámbar, donde fueron muy bien acogidos por los lugareños y tropas que aún se encuentra allí por parte de la expedición Denuedo.
Los Hombres del Norte por su parte, masacraron un pequeño asentamiento de Taunkas, con una ira desenfrenada. No quedo alma con vida en Oneqwah... no hubo escapatoria alguna. El Jarl Sigurd dispuso a los norteños en sus tiendas, preparados y alertas. La Jarl Hildegard Valdrada, partió con una escolta hacía Fauceparda, tal y como el Jarl Erik Hardrada había planteado la estrategia norteña, para parlamentar amistosamente con los Furbolgs.
Sea como fuere, la sangre correra pronto en las Colinas Pardas, la tempestad se avecina.
La tempestad fue desatada, desde el Campamento de la Brigada de los Páramos, el gran ejército Drakkari que comandaba el doctor brujo Zambala, ataco a los nórdicos en Oneqwah, los cuales demostraron su poder masacrando a los Drakkari y sus portentosas bestias, sin embargo Zambala y algunos más consiguieron escapar en el fragor de la batalla y retirarse nuevamente a su asentamiento.
El Jarl Sigurd y los suyos festajaban la pronta victoria, las noticias volaron raudas al Refugio Pino Ámbar, donde Sir Baldrin decidio por su parte atacar con todos sus efectivos el asentemiento Arroyoplata, quizá para dar un pronto final a la Guerra en las Colinas Pardas en un exceso de confianza.
Trisha Lanzanegra, mando fortificar las defensas y cerrar los portones de Arroyoplata, ante la iniminente llegada del ejército de la Alianza, que portaba victorioso sus estandartes tras la toma de Gjalerbron en el Fiordo Aquilonal. El combate no se hizo mucho de esperar, sin embargo los aliados habían subestimado a la Señora de la Guerra, que hábilmente fue mermando poco a poco al ejército atacante de la Alianza, hasta que muy pocos de estos quedaron y fueron rodeados.
Sir Baldrin acorralado, cargo contra Trisha, la cual fue protegida por sus pretorianos, mientras decenas de Drakkaris lanzaban sus flechas contra el caballero, que fue derribado de su caballo... aún con un último aliento de vida pudo mirar a la Señora de la Guerra cara a cara, mientras esta le quitaba su casco y cargaba su arco, atravesándole el cuello con una flecha y dándole la muerte definitiva. El ejército de la Alianza fue masacrado sin piedad, Trisha cogio a uno de ellos como prisionero, un tal Zirst Galvar que fue desnudado, golpeado y encadenado.
La Señora de la Guerra, ordeno que el cuerpo moribundo de Sir Baldrin, fuera despojado de su armadura y ropajes, y trinchado en una gran estaca, la cual serviria como estandarte de Trisha Lanzanegra en esta campaña. Con una argolla, se encadeno a Zirst Galvar en el estandarte y se ordeno la marcha hacía Fauceparda.
Por su parte, el Jarl Sigurd, tras la victoria en Oneqwah, se adelanto a Trisha tomando Fauceparda, donde esperaba contar con el apoyo de los Furbolg, pero antes de que esto ocurriera, los Drakkari llegaron allí y nuevamente plantaron cara a los nórdicos, esta vez con la Señora de la Guerra al mando. Carga tras carga, Trisha ganaba terreno y Sigurd, viendo como sus hombres del norte, eran despedazados, pese haber también inflingido muchas bajas en los trols, opto por salvar a los pocos hombres que le quedaron y en una maniobra de distracción consiguieron escapar hacia Oneqwah, para replegarse.
La Señora de la Guerra Trisha, entraba una vez más como orgullosa conquistadora en Fauceparda con su nuevo estandarte como premio por sus victorias, ahora solo la quedaba ganar el apoyo de los Furbolg y poner fin a la guerra...
El coraje es la única arma que tanto la Alianza como los Hombres del Norte tienen ya.
El desánimo en primera instancia fue la nota predominante por parte de la Alianza y los Hombres del Norte. En Refugio Pino Ámbar, los escasas fueras que allí quedaban, no pudieron guardar velo alguno por los caídas, había que evacuar raudamente aquel lugar ante un ataque de los Drakkari y por su parte, en el Campamento Oneqwah, los supervivientes de la batalla del dia anterior en Fauceparda lamian sus heridas, con un Jarl Sigurd postrado en una cama, gravemente herido y magullado, la Jarl Hildegard Valdrada tuvo que tomar el mando del asentamiento, ante la incertidumbre de no saber que hacer.
Pero no todo iban a ser malas noticias, un correo a caballo llego raudo al Refugio Pino Ámbar con un mensaje urgente para Jesabela Rocarena, de parte del Capitán Adams de la Fortaleza de la Guardia Oeste, donde se le "ordenaba" mantener el asentamiento y se lamentaba la perdida de Sir Baldrín. Para ello se dispuso de una leva de extrema urgencia, donde medio centenar de soldados de la alianza, colmillares y unos pocos corsarios, se unieron a la causa en dirección a Bahía Ventura. Jesabela y los demás respiraron de satisfacción, aún quedaba esperanza.
En el otro extremo, los nórdicos recibieron la visita de Rebekka Ravencroft, la hija del Jarl Alban, comunicando que habían roto el bloqueo marítimo de la costa y que un gran ejército de Hombres del Norte, habían descendido de los Drakkar dirección a Dun Argol, para apoyar el frente de las Colinas Pardas. ¡Skol! festejaban los norteños con sus cuernos, intentando que los ánimos y el favor de los titanes volvieran a estar de su parte.
En Zul'drak, el Emperador Zhuul festejo la victoria de los Drakkari con un gran espectáculo de sacrificios en el Coliseo y ordeno que más trols Drakkari se pusieran bajo el mando de su Señora de la Guerra en Colinas Pardas.
Trisha Lanzanegra, mantuvo el sitio de Fauceparda y en un acto de teatralidad se gano el favor de muchos furbolgs, que empiezan a considerarla como una elegida de Ursoc.
En Oneqwah el grueso de los ejércitos de los Hombres del Norte, reunidos todos los clanes decidieron tomar el Campamento de la Brigada de los Páramos, para forzar a sacar a Trisha Lanzanegra de Fauceparda. Con un cuantioso número de hombres, el Jarl Sigurd rindió el asentamiento, decapitando en el al incompetente Doctor Brujo Zambala, y provocando la ira de la Señora de la Guerra.
Desde Arroyoplata, todos los Drakkaris fueron movilizados, dejando el asentemiento vacio para reforzar Arroyoplata, dado que Trisha, concentro toda su atención en los nórdicos que habian tomado el Antiguo Campamento de la Brigada Parameña. Así pues, urgió una encerrona, con medio centenar de sus mejores tropas provenientes de Fauceparda, con el estandarte de Sir Baldrin a la cabeza y otros 25 drakkaris de Thor Modan. En amplia mayoria númerica, y pese a la resistencia de los norteños, Trisha vapuleó al rival, hasta que tan solo cinco norteños permanecieron en pie, entre ellos estaba el Jarl Sigurd, Trisha había prometido que el más valeroso de los norteños sería utilizado también como estandarte para sus ejércitos.
Trisha, lucho en combate singular contra Sigurd, y el norteño consiguio doblegar a la Señora de la Guerra debido a su gran superioridad física. Así que Trisha, perdono la vida de esos cinco norteños, para que volvieran a Oneqwah, sin embargo el daño estaba hecho, la victoriosa Trisha había vencido una vez más, todas sus batallas se contaban por victorias y el ánimo entre los Hombres del Norte, provoco rifi rafes y disputas antes la desesperada situación.
Sin embargo, Trisha, con toda su atención puesta en los norteños, había descuidado el frente de poniente y Jesabela Rocarena, aprovecho para recuperar Arroyoplata y aislar totalmente Drak'Tharon.
Si la Alianza coopera con los norteños, podrían intentar tomar Fauceparda, o asaltar Drak'tharon con lo cual dejarían vendidos totalmente a sus aliados norteños, que tendrían que replegarse hasta Dun Argol. El abanico de posibilidades es inmenso y la guerra se encuentra en su momento mas crucial.
Al fin la Alianza y los norteños tuvieron un respiro, las comunicaciones entre ambas facciones funcionaron a pleno rendimiento. Fauceparda se sumo en el caos, pues una guerra civil interna de los Furbolg provoco revueltas en el asentamiento, que los Drakkari sin Trisha en el mismo no supieron atajar a tiempo, algo que norteños y sureños aprovecharon uniendo el resto de todas sus fuerzas, un inmenso ejército de mas de un centenar de hombres, rodeo Fauceparda y se hizo con ella, doblegando al contingente Drakkari que habia quedado en el mismo.
Raudamente, aliados y norteños, trataron de frenar la guerra civil. Trisha, en represalia, tomo con un pequeño comando el Campamento Oneqwah, y desplazo todas las tropas de Thor Modan a el antiguo asentamiento de la Brigada de los Páramos, para reunir un basto número de guerreros. A la misma vez, un ejército compuesto de medio centenar de drakkaris, retomaron Arroyoplata nuevamente desde Drak'Tharon, para acorrarlar a norteños y sureños en Fauceparda.
Pero en Dun Argol, tras la victoria en Fauceparda, mas enanos se han sumado a la causa, aunque no desinteresadamente. El puerto de Bahía Ventura, recibe nuevos refuerzos de regulares y mercenarios, junto al Refugio Pino Ámbar que se fortifica.
Ahora, la Señora de la Guerra debe mover ficha... puede ser aniquilada o defenestrar de una vez por todas y al mismo tiempo tanto a la Alianza como a los Hombres del Norte... no hacía falta ser un profeta o un oráculo, para dilucidar que el final del conflicto de Colinas Pardas estaba llegando.
Tras la perdida de Fauceparda, los ejércitos Drakkari se encontraban dispersos frente a una Alianza que al fin había conseguido que los Hombres del Norte colaboraran firmemente con ellos en esta contienda. La Señora de la Guerra Trisha, buscaba acorralarlos en Fauceparda para unir a todo su ejército alrededor de la misma y acabar con estos de una vez por todas.
Sin embargo, norteños y sureños, sabiendo lo desesperado de su situación decidieron jugarselo todo a una arriesgada carta y movilizar desde Fauceparda a todos sus efectivos contra la mismisima Trisha, en el antiguo Campamento de la Brigada de los Páramos, la cual se sorprendio de la temeraria estrategia llevada a cabo por sus enemigos.
Así pues, durante los inicios de la batalla, todo parecia ponerse a favor de la Señora de la Guerra, la cual tras ver como superaba al enemigo, se dejo llevar por su orgullo y cometio un error fatal, abrir sus defensas y atacar abiertamente contra la Alianza y los Hombres del Norte, los cuales poco a poco fueron ganando terreno, hasta que la batalla finalmente se dirimio en el cuerpo contra cuerpo, uno a uno, mano a mano, incluso la propia Trisha, bajo de su raptor, colgo su arco en el, y con dos alfanjes se introdujo en medio de la refriega cortando miembros a diestro y siniestro... pero esta vez los Titanes y la Luz, bendijeron a los hombres que se impusieron en el cuerpo a cuerpo, hasta que Trisha y su guardia pretoriana se vio rodeada y la norteña Manala, le cerceno la cabeza... haciendo que esta rodara, hecho que provoco que algunos regulares de la Alianza tuvieran disputas con los norteños, pues hubieran preferido capturar a la Señora de la Guerra.
Los Drakkari de Arroyoplata tomaron Fauceparda, poco después, pero con su Señora de la Guerra abatida... la moral de los Drakkari estaba por los suelos, la ira del Emperador Zhuul no se haría mucho de esperar, y sus huestes ya se estan preparando en el mismo Zul'drak.
Con la muerte de la Señora de la Guerra Trisha en combate, los ejércitos Drakkari quedaron descabezados al igual que ella. En un intento suicida de venganza, los trols de Thor Modan, atacaron a las fuerzas combinadas de sureños y norteños que habian tomado el antiguo Campamento de la Brigada de los Páramos, pero fueron repelidos facilmente y exterminados.
Pese a que los Drakkari reforzaron su plaza fuerte de Fauceparda, con refuerzos desde Arroyoplata, tanto la Alianza como los Hombres del Norte los rodearon, juntando un ejército de proporciones abismales, doblando el numero de defensores Drakkari de Fauceparda. Desde Oneqwah y el Refugio Pino Ambar, se ordeno rodear a los Drakkari, mientras el grueso de norteños y sureños llegaba desde el norte. Los Furbolg, conscientes de la situación, se rebelaron también contra los Drakkari opresores, estos en una ultima argucia, enviaron a un emisario para rendir Fauceparda y poner fin a la guerra, retirandose a Zul'drak, pero el emisario fue abatido por la Jarl Hildegard, astiada de tanto parloteo.
Nuevamente, los Drakkari enviaron a una joven muchacha trol, con una ofrenda de paz, rogando por sus vidas lo cual creo distensiones y disputas en el seno de tan basto y heterogeneo ejército. Unos abogaban por no derramar mas sangre y dejar que los Drakkari se retirasen, mientras que otros no confiaban en ellos y pensaban que este era el momento de acabar con los mismos. La muchacha trol, entrego su ofrenda al norteño Daveth Blaurdrum, con la mala suerte, que al urgar en ella quedo envenenado, casi al punto de perder la vida.
Entre siniestras risas y el desconcierto creado, los Drakkari atacaron a sureños y norteños, que pese a las disputas y el desconcierto, masacraron a los trols, liberando Fauceparda, donde fueron recibidos como héroes.
Grandes fuegos artificiales iluminaron la noche de Fauceparda, pues la victoria en Colinas Pardas ya era definitiva. Los Furbolg, aplaudieron a los héroes del norte con fervor, los cuales fueron invitados a un gran banquete y una serie de espectaculos y danzas tribales.
Tras la gran celebración por la victoria de la Alianza y los Hombres del Norte en la batalla definitiva de Fauceparda, un emisario de la Cruzada Argenta trajo malas noticias desde Zul'drak. El Emperador Zhuul, estaba asediando el Confín Argenta, el cual contenía un inmenso ejército compuesto por criaturas de disformidad, ignotos, drakkaris no-muertos y bestias espíritu demoníacas, tratando de traspasar el muro de luz que protegia dicho asentamiento.
Cada cruzado que traspasaba el muro de luz protector para combatir y moria contra dicho ejército, era puesto nuevamente en pie, presentando disformidades y sustituyendo sus extremidades por tentáculos, al parecer un extraño cuerno era capaz de invocar una terrible niebla capaz de levantar a los caídos y transformarlos en horribles criaturas con el único objetivo de aniquilar todo a su paso, sin distinción alguna.
Norteños y sureños, empezaron a apilar los cádaveres y quemarlos de su última batalla, interrumpiendo la serie de festejos que los Furbolg les habían ofrecido. Esta nueva amenaza parecía la mas terrible de todas, pues quien sabe que poderes oscuros estaban detrás de tal atrocidad.
Había que reunir a todo ser libre, hombre, furbolg, colmillar, ulfhednar, enano... y partir a Zul'drak para poner punto y final al terrible Emperador Zhuul y su oscura venganza.
La primera Jornada en las Colinas Pardas estuvo cargada de tensión, los trolls Drakkari desde el norte, mandaron todos sus efectivos a los asentamientos cercanos a Fauceparda. Por ende, tanto la Alianza como los Hombres del Norte, adoptaron la misma estrategia.
Arroyoplata se rindió ante Trisha Lanzanegra, la cual hizo ejecutar a los Ulfhednar que no se pusieran de su parte. El antiguo Campamento de la Brigada de los Páramos, fue abandonado según se escuchaban los tambores drakkari de guerra aproximandose, por lo cual el gran ejército entro sin oposición alguna.
Desde Bahía Ventura, la Alianza movilizo a un gran ejército, con el caballero Sir Baldrin a la cabeza, los cuales montaron sus tiendas y preparativos en el Refugio Pino Ámbar, donde fueron muy bien acogidos por los lugareños y tropas que aún se encuentra allí por parte de la expedición Denuedo.
Los Hombres del Norte por su parte, masacraron un pequeño asentamiento de Taunkas, con una ira desenfrenada. No quedo alma con vida en Oneqwah... no hubo escapatoria alguna. El Jarl Sigurd dispuso a los norteños en sus tiendas, preparados y alertas. La Jarl Hildegard Valdrada, partió con una escolta hacía Fauceparda, tal y como el Jarl Erik Hardrada había planteado la estrategia norteña, para parlamentar amistosamente con los Furbolgs.
Sea como fuere, la sangre correra pronto en las Colinas Pardas, la tempestad se avecina.
La tempestad fue desatada, desde el Campamento de la Brigada de los Páramos, el gran ejército Drakkari que comandaba el doctor brujo Zambala, ataco a los nórdicos en Oneqwah, los cuales demostraron su poder masacrando a los Drakkari y sus portentosas bestias, sin embargo Zambala y algunos más consiguieron escapar en el fragor de la batalla y retirarse nuevamente a su asentamiento.
El Jarl Sigurd y los suyos festajaban la pronta victoria, las noticias volaron raudas al Refugio Pino Ámbar, donde Sir Baldrin decidio por su parte atacar con todos sus efectivos el asentemiento Arroyoplata, quizá para dar un pronto final a la Guerra en las Colinas Pardas en un exceso de confianza.
Trisha Lanzanegra, mando fortificar las defensas y cerrar los portones de Arroyoplata, ante la iniminente llegada del ejército de la Alianza, que portaba victorioso sus estandartes tras la toma de Gjalerbron en el Fiordo Aquilonal. El combate no se hizo mucho de esperar, sin embargo los aliados habían subestimado a la Señora de la Guerra, que hábilmente fue mermando poco a poco al ejército atacante de la Alianza, hasta que muy pocos de estos quedaron y fueron rodeados.
Sir Baldrin acorralado, cargo contra Trisha, la cual fue protegida por sus pretorianos, mientras decenas de Drakkaris lanzaban sus flechas contra el caballero, que fue derribado de su caballo... aún con un último aliento de vida pudo mirar a la Señora de la Guerra cara a cara, mientras esta le quitaba su casco y cargaba su arco, atravesándole el cuello con una flecha y dándole la muerte definitiva. El ejército de la Alianza fue masacrado sin piedad, Trisha cogio a uno de ellos como prisionero, un tal Zirst Galvar que fue desnudado, golpeado y encadenado.
La Señora de la Guerra, ordeno que el cuerpo moribundo de Sir Baldrin, fuera despojado de su armadura y ropajes, y trinchado en una gran estaca, la cual serviria como estandarte de Trisha Lanzanegra en esta campaña. Con una argolla, se encadeno a Zirst Galvar en el estandarte y se ordeno la marcha hacía Fauceparda.
Por su parte, el Jarl Sigurd, tras la victoria en Oneqwah, se adelanto a Trisha tomando Fauceparda, donde esperaba contar con el apoyo de los Furbolg, pero antes de que esto ocurriera, los Drakkari llegaron allí y nuevamente plantaron cara a los nórdicos, esta vez con la Señora de la Guerra al mando. Carga tras carga, Trisha ganaba terreno y Sigurd, viendo como sus hombres del norte, eran despedazados, pese haber también inflingido muchas bajas en los trols, opto por salvar a los pocos hombres que le quedaron y en una maniobra de distracción consiguieron escapar hacia Oneqwah, para replegarse.
La Señora de la Guerra Trisha, entraba una vez más como orgullosa conquistadora en Fauceparda con su nuevo estandarte como premio por sus victorias, ahora solo la quedaba ganar el apoyo de los Furbolg y poner fin a la guerra...
El coraje es la única arma que tanto la Alianza como los Hombres del Norte tienen ya.
El desánimo en primera instancia fue la nota predominante por parte de la Alianza y los Hombres del Norte. En Refugio Pino Ámbar, los escasas fueras que allí quedaban, no pudieron guardar velo alguno por los caídas, había que evacuar raudamente aquel lugar ante un ataque de los Drakkari y por su parte, en el Campamento Oneqwah, los supervivientes de la batalla del dia anterior en Fauceparda lamian sus heridas, con un Jarl Sigurd postrado en una cama, gravemente herido y magullado, la Jarl Hildegard Valdrada tuvo que tomar el mando del asentamiento, ante la incertidumbre de no saber que hacer.
Pero no todo iban a ser malas noticias, un correo a caballo llego raudo al Refugio Pino Ámbar con un mensaje urgente para Jesabela Rocarena, de parte del Capitán Adams de la Fortaleza de la Guardia Oeste, donde se le "ordenaba" mantener el asentamiento y se lamentaba la perdida de Sir Baldrín. Para ello se dispuso de una leva de extrema urgencia, donde medio centenar de soldados de la alianza, colmillares y unos pocos corsarios, se unieron a la causa en dirección a Bahía Ventura. Jesabela y los demás respiraron de satisfacción, aún quedaba esperanza.
En el otro extremo, los nórdicos recibieron la visita de Rebekka Ravencroft, la hija del Jarl Alban, comunicando que habían roto el bloqueo marítimo de la costa y que un gran ejército de Hombres del Norte, habían descendido de los Drakkar dirección a Dun Argol, para apoyar el frente de las Colinas Pardas. ¡Skol! festejaban los norteños con sus cuernos, intentando que los ánimos y el favor de los titanes volvieran a estar de su parte.
En Zul'drak, el Emperador Zhuul festejo la victoria de los Drakkari con un gran espectáculo de sacrificios en el Coliseo y ordeno que más trols Drakkari se pusieran bajo el mando de su Señora de la Guerra en Colinas Pardas.
Trisha Lanzanegra, mantuvo el sitio de Fauceparda y en un acto de teatralidad se gano el favor de muchos furbolgs, que empiezan a considerarla como una elegida de Ursoc.
En Oneqwah el grueso de los ejércitos de los Hombres del Norte, reunidos todos los clanes decidieron tomar el Campamento de la Brigada de los Páramos, para forzar a sacar a Trisha Lanzanegra de Fauceparda. Con un cuantioso número de hombres, el Jarl Sigurd rindió el asentamiento, decapitando en el al incompetente Doctor Brujo Zambala, y provocando la ira de la Señora de la Guerra.
Desde Arroyoplata, todos los Drakkaris fueron movilizados, dejando el asentemiento vacio para reforzar Arroyoplata, dado que Trisha, concentro toda su atención en los nórdicos que habian tomado el Antiguo Campamento de la Brigada Parameña. Así pues, urgió una encerrona, con medio centenar de sus mejores tropas provenientes de Fauceparda, con el estandarte de Sir Baldrin a la cabeza y otros 25 drakkaris de Thor Modan. En amplia mayoria númerica, y pese a la resistencia de los norteños, Trisha vapuleó al rival, hasta que tan solo cinco norteños permanecieron en pie, entre ellos estaba el Jarl Sigurd, Trisha había prometido que el más valeroso de los norteños sería utilizado también como estandarte para sus ejércitos.
Trisha, lucho en combate singular contra Sigurd, y el norteño consiguio doblegar a la Señora de la Guerra debido a su gran superioridad física. Así que Trisha, perdono la vida de esos cinco norteños, para que volvieran a Oneqwah, sin embargo el daño estaba hecho, la victoriosa Trisha había vencido una vez más, todas sus batallas se contaban por victorias y el ánimo entre los Hombres del Norte, provoco rifi rafes y disputas antes la desesperada situación.
Sin embargo, Trisha, con toda su atención puesta en los norteños, había descuidado el frente de poniente y Jesabela Rocarena, aprovecho para recuperar Arroyoplata y aislar totalmente Drak'Tharon.
Si la Alianza coopera con los norteños, podrían intentar tomar Fauceparda, o asaltar Drak'tharon con lo cual dejarían vendidos totalmente a sus aliados norteños, que tendrían que replegarse hasta Dun Argol. El abanico de posibilidades es inmenso y la guerra se encuentra en su momento mas crucial.
Al fin la Alianza y los norteños tuvieron un respiro, las comunicaciones entre ambas facciones funcionaron a pleno rendimiento. Fauceparda se sumo en el caos, pues una guerra civil interna de los Furbolg provoco revueltas en el asentamiento, que los Drakkari sin Trisha en el mismo no supieron atajar a tiempo, algo que norteños y sureños aprovecharon uniendo el resto de todas sus fuerzas, un inmenso ejército de mas de un centenar de hombres, rodeo Fauceparda y se hizo con ella, doblegando al contingente Drakkari que habia quedado en el mismo.
Raudamente, aliados y norteños, trataron de frenar la guerra civil. Trisha, en represalia, tomo con un pequeño comando el Campamento Oneqwah, y desplazo todas las tropas de Thor Modan a el antiguo asentamiento de la Brigada de los Páramos, para reunir un basto número de guerreros. A la misma vez, un ejército compuesto de medio centenar de drakkaris, retomaron Arroyoplata nuevamente desde Drak'Tharon, para acorrarlar a norteños y sureños en Fauceparda.
Pero en Dun Argol, tras la victoria en Fauceparda, mas enanos se han sumado a la causa, aunque no desinteresadamente. El puerto de Bahía Ventura, recibe nuevos refuerzos de regulares y mercenarios, junto al Refugio Pino Ámbar que se fortifica.
Ahora, la Señora de la Guerra debe mover ficha... puede ser aniquilada o defenestrar de una vez por todas y al mismo tiempo tanto a la Alianza como a los Hombres del Norte... no hacía falta ser un profeta o un oráculo, para dilucidar que el final del conflicto de Colinas Pardas estaba llegando.
Tras la perdida de Fauceparda, los ejércitos Drakkari se encontraban dispersos frente a una Alianza que al fin había conseguido que los Hombres del Norte colaboraran firmemente con ellos en esta contienda. La Señora de la Guerra Trisha, buscaba acorralarlos en Fauceparda para unir a todo su ejército alrededor de la misma y acabar con estos de una vez por todas.
Sin embargo, norteños y sureños, sabiendo lo desesperado de su situación decidieron jugarselo todo a una arriesgada carta y movilizar desde Fauceparda a todos sus efectivos contra la mismisima Trisha, en el antiguo Campamento de la Brigada de los Páramos, la cual se sorprendio de la temeraria estrategia llevada a cabo por sus enemigos.
Así pues, durante los inicios de la batalla, todo parecia ponerse a favor de la Señora de la Guerra, la cual tras ver como superaba al enemigo, se dejo llevar por su orgullo y cometio un error fatal, abrir sus defensas y atacar abiertamente contra la Alianza y los Hombres del Norte, los cuales poco a poco fueron ganando terreno, hasta que la batalla finalmente se dirimio en el cuerpo contra cuerpo, uno a uno, mano a mano, incluso la propia Trisha, bajo de su raptor, colgo su arco en el, y con dos alfanjes se introdujo en medio de la refriega cortando miembros a diestro y siniestro... pero esta vez los Titanes y la Luz, bendijeron a los hombres que se impusieron en el cuerpo a cuerpo, hasta que Trisha y su guardia pretoriana se vio rodeada y la norteña Manala, le cerceno la cabeza... haciendo que esta rodara, hecho que provoco que algunos regulares de la Alianza tuvieran disputas con los norteños, pues hubieran preferido capturar a la Señora de la Guerra.
Los Drakkari de Arroyoplata tomaron Fauceparda, poco después, pero con su Señora de la Guerra abatida... la moral de los Drakkari estaba por los suelos, la ira del Emperador Zhuul no se haría mucho de esperar, y sus huestes ya se estan preparando en el mismo Zul'drak.
Con la muerte de la Señora de la Guerra Trisha en combate, los ejércitos Drakkari quedaron descabezados al igual que ella. En un intento suicida de venganza, los trols de Thor Modan, atacaron a las fuerzas combinadas de sureños y norteños que habian tomado el antiguo Campamento de la Brigada de los Páramos, pero fueron repelidos facilmente y exterminados.
Pese a que los Drakkari reforzaron su plaza fuerte de Fauceparda, con refuerzos desde Arroyoplata, tanto la Alianza como los Hombres del Norte los rodearon, juntando un ejército de proporciones abismales, doblando el numero de defensores Drakkari de Fauceparda. Desde Oneqwah y el Refugio Pino Ambar, se ordeno rodear a los Drakkari, mientras el grueso de norteños y sureños llegaba desde el norte. Los Furbolg, conscientes de la situación, se rebelaron también contra los Drakkari opresores, estos en una ultima argucia, enviaron a un emisario para rendir Fauceparda y poner fin a la guerra, retirandose a Zul'drak, pero el emisario fue abatido por la Jarl Hildegard, astiada de tanto parloteo.
Nuevamente, los Drakkari enviaron a una joven muchacha trol, con una ofrenda de paz, rogando por sus vidas lo cual creo distensiones y disputas en el seno de tan basto y heterogeneo ejército. Unos abogaban por no derramar mas sangre y dejar que los Drakkari se retirasen, mientras que otros no confiaban en ellos y pensaban que este era el momento de acabar con los mismos. La muchacha trol, entrego su ofrenda al norteño Daveth Blaurdrum, con la mala suerte, que al urgar en ella quedo envenenado, casi al punto de perder la vida.
Entre siniestras risas y el desconcierto creado, los Drakkari atacaron a sureños y norteños, que pese a las disputas y el desconcierto, masacraron a los trols, liberando Fauceparda, donde fueron recibidos como héroes.
Grandes fuegos artificiales iluminaron la noche de Fauceparda, pues la victoria en Colinas Pardas ya era definitiva. Los Furbolg, aplaudieron a los héroes del norte con fervor, los cuales fueron invitados a un gran banquete y una serie de espectaculos y danzas tribales.
Tras la gran celebración por la victoria de la Alianza y los Hombres del Norte en la batalla definitiva de Fauceparda, un emisario de la Cruzada Argenta trajo malas noticias desde Zul'drak. El Emperador Zhuul, estaba asediando el Confín Argenta, el cual contenía un inmenso ejército compuesto por criaturas de disformidad, ignotos, drakkaris no-muertos y bestias espíritu demoníacas, tratando de traspasar el muro de luz que protegia dicho asentamiento.
Cada cruzado que traspasaba el muro de luz protector para combatir y moria contra dicho ejército, era puesto nuevamente en pie, presentando disformidades y sustituyendo sus extremidades por tentáculos, al parecer un extraño cuerno era capaz de invocar una terrible niebla capaz de levantar a los caídos y transformarlos en horribles criaturas con el único objetivo de aniquilar todo a su paso, sin distinción alguna.
Norteños y sureños, empezaron a apilar los cádaveres y quemarlos de su última batalla, interrumpiendo la serie de festejos que los Furbolg les habían ofrecido. Esta nueva amenaza parecía la mas terrible de todas, pues quien sabe que poderes oscuros estaban detrás de tal atrocidad.
Había que reunir a todo ser libre, hombre, furbolg, colmillar, ulfhednar, enano... y partir a Zul'drak para poner punto y final al terrible Emperador Zhuul y su oscura venganza.